Mi Aldea Global
Las fuentes energéticas son fundamentales para impulsar el desarrollo, en ese contexto, para alcanzar un desarrollo sostenible es esencial mantener el sistema productivo a flote a la vez que se incorporan nuevas matrices energéticas que permitan impulsar el desarrollo sin los efectos nocivos que significan los viejos métodos de combustible fósiles y las fuentes de energía relativamente limpia, pero que impactan de forma negativa ecosistema fundamentales de la naturaleza, tales como: los ríos las montañas y los bosques, los cuales constituyen las mayores maravillas de la naturaleza que hacen posible la vida humana.
Por la necesidad de un futuro sostenible, las naciones desarrollada están apostando a la irradiación del sol y al viento como matriz energética sostenible para abandonar o equilibrar los viejos métodos de altos costos económicos y ambientales. A pesar de esto, hay que reconocer que todas las energías impactan el medio ambiente, unas más que otras, y no solo la energía, sino todo lo que hacemos en el día a día impacta, por eso es importante buscar el punto de equilibrio, entre lo económico, lo social y lo ambiental que da como resultado lo sostenible.
En ese contexto, por ejemplo, según un reportaje de Cristina Novo, publicado por el Iagua (portal especializado en datos sobre agua), en Estados Unidos, país con la mayor cantidad de presa hidroeléctrica, se han derribado 1700 presas desde el año 2012 hasta el 2020, la autora citando un reportaje de Associated Press señala que, para el último año citado se derribarían 4 grandes presas para liberar 600 kms de ríos, devolver el cauce natural y con esto restablecer la vida a lo largo de estos ecosistemas vitales.
Estados Unidos parece haber entendido que con los avances de la energía solar fotovoltaica y eólica resulta trágico destruir el cauce de un río para construir una presa, sobre todo, si se piensa en las trágicas proyecciones del cambio climático y su variante del calentamiento global que indica que las grandes guerras serán por el agua.
Por eso cuando digo que la combinación ríos, montañas y bosques son las maravillas de la naturaleza que hacen posible la vida, lo digo porque con una simple mirada, observamos que el agua cae sobre bosques y montañas, estos impiden que el líquido vuelva a evaporarse hasta que poco a poco se va infiltrando en las cuencas de los ríos que luego va depositando en las largas escorrentías por las llanuras haciendo posible la siembra de frutos, la alimentación del ganado, desarrollar las diferentes industrias y finalmente llegar a nuestros hogares de diferentes formas, es decir, se inicia la fase del ciclo del agua que permite que el líquido vital pase por un proceso natural de potabilización.
Los techos solar fotovoltaico
En el caso de la energía solar fotovoltaica sabemos que en un futuro próximo los techos de los hogares serán fotovoltaico, y no solo un sobre techo como están diseñado en la actualidad, sino que el techo que hoy cubren las infraestructura con zinc, Aluzinc, teja y otros materiales dará paso a techos solares con la doble condición de proteger y ofrecer energía, y de esta manera, la innovación solar permitirá obtener hasta el 100% de la energía que necesitamos de la irradiación solar.
En el caso de la República Dominicana, la irradiación promedio es de 5. 5 por encima de un país como España que está apostando a un futuro fotovoltaico, en el país caribeño con un sol durante los 12 meses del año, existen condiciones para crear como el amigo Alex Espinal “La República Fotovoltaica”.
Por ejemplo, comparando el proyecto Hidroeléctrico Las Placetas, cuya inversión estimada es de 800 millones de dólares para producir 200 megavatios de energía hidráulica y el proyecto de AES Andrés 45 millones de dólares para producir 50 megavatios de energía solar, haciendo una comparación simple se puede evaluar la conveniencia estratégica de este tipo de energía, pues, por un lado, el precio del megavatio de energía solar fotovoltaica en República Dominicana es 300% inferior a la energía hidráulica.
Así mismo, se pueden desarrollar pequeños proyectos que estimularían la generación de empleos y mayor seguridad al Estado, pues, cuando cada comunidad pueda desarrollar un sistema energético autónomo se evitaran los monopolios y oligopolios que generan los grandes productores y comercializadores de energía en la actualidad. Además, con una Ley que estimule a grandes y pequeñas empresas a producir un porcentaje de la energía que consumen con facilidades del gobierno y motivar para que las nuevas edificaciones tengan autonomía energética garantizarnos un mayor equilibrio y protegemos ecosistema como los ríos Bao y Jagua que en su estado natural son innumerables los beneficios que proveen.
En cuanto a la estabilidad en el sistema, se debe convertir Punta Catalina a gas natural y desarrollar otras plantas similares hasta que las tecnologías avancen y la energía solar se pueda almacenar a menor costo y con mayor facilidad, esto es muy posible que suceda en el futuro próximos si partimos de los avances que se proyectan en la actualidad.
Si invertimos en energía solar fotovoltaica y eólica tenemos la irrepetible oportunidad de proteger y recuperar las cuencas de nuestros ríos que están sobre utilizado y amenazados, esta es una imperiosa necesidad del presente y un derecho de las futuras generaciones que dependen de nuestras decisiones hoy para disfrutar de un futuro sostenible.
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