Se dio a conocer que la víctima fue perseguida hasta su residencia y que recibió múltiples golpes cuando intentaba alcanzar la puerta de la vivienda.
El Ministerio Público solicitará prisión preventiva, como medida de coerción, contra tres agentes de la Policía Nacional implicados en la muerte del barbero Richard Rafael Báez, al que agredieron de forma brutal mientras lo detenían y en el tiempo en que lo retuvieron en el destacamento de Cienfuegos, en Santiago Oeste.
El capitán Manolo Aquino, encargado de la Dirección Central de Investigaciones Criminales (Dicrim) en Cienfuegos; así como el primer teniente Manuel de Jesús de la Cruz y el segundo teniente Vladimir Joel Jerez Suárez; enfrentan cargos criminales por la muerte a golpes del barbero Richard Báez.
Según dicta la acusación, los agentes incurrieron en los delitos de asociación de malhechores, homicidio y robo. En la solicitud el órgano persecutor establece que el pasado 21 de marzo, los imputados produjeron golpes mortales a Báez.
Apunta que los agentes policiales formaban parte de una patrulla motorizada que efectuaban un operativo preventivo en la comunidad El Semillero; en donde detuvieron a Báez.
Se dio a conocer que la víctima fue perseguida hasta su residencia y que recibió múltiples golpes cuando intentaba alcanzar la puerta de la vivienda.
De igual forma, relata que mientras estuvo en el cuartel, la víctima denunciaba que los agentes le habían sustraído la suma de 30 mil pesos, cuya devolución exigía, pero a cambio recibía golpes de los agentes policiales.
Los policías señalados llegaron incluso a trasladar a la víctima al Hospital de Cienfuegos, en donde una médico lo atendió pasadas las 6:00 de la mañana del citado día.
Se verificó que Báez presentaba laceraciones en el área temporal derecha y en ambos codos, por lo que refería dolor. Por esa razón, entregó al teniente Jerez Suarez una indicación para aplicar al paciente una antitetánica, una crema y analgésicos, así como una radiografía AP y lateral de cráneo, indicación que el imputado ocultó.
En cambio, regresaron al imputado a una celda del destacamento donde volvieron a golpearlo. Más tarde, lo presentaron al médico legista y ante el fiscal en la sede de la Policía Nacional y lo trasladaron al centro de detención que opera en el Palacio de Justicia de Santiago.
Estando en el centro del Palacio de Justicia Báez convulsionó y fue llevado al Hospital Estrella Ureña, ubicado frente al edificio, de donde lo remitieron al Hospital Regional Cabral y Báez.
Mientras Báez estuvo vivo en el Cabral y Báez, y por diligencias del Ministerio Público, el médico legista Iván Joel Guzmán, del Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif), hizo una evaluación del paciente que, al final, lamentablemente falleció producto de los golpes que le propinaron los imputados.
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