Las personas se sorprenden cada vez que acuden a un establecimiento con el fin de comprar o recargar los envases de líquido y encuentran precios diferentes.
Las alzas que vuelven a experimentar los botellones con agua purificada generan mortificación entre ciudadanos, que aseguran que sus presupuestos se desvanecen frente a la inflación.
Las personas se sorprenden cada vez que acuden a un establecimiento con el fin de comprar o recargar los envases de líquido y encuentran precios diferentes.
El incremento más reciente va desde los 10 hasta 15 pesos en algunos comercios, alcanzando las marcas más reconocidas precios de hasta 85 pesos el botellón.
Repartidores explicaron que las alzas son motivadas por los aumentos en los costos de producción.
La situación ha provocado que en sectores populares el agua filtrada certificada sea sustituida por las recargas que distribuyen camiones a precios más económicos pero que constituyen una amenaza importante para la salud.
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